Por: Mg. Enrique Elías Villanueva
Docente de la Escuela Profesional de Ciencias de la Comunicación
La esencia y fundamento básico de la universidad es la investigación científica. La Ley Universitaria N° 30220 señala en su Capítulo I: Disposiciones Generales, Artículo 6: Fines de la universidad. Inciso 6.5, la necesidad de “realizar y promover la investigación científica, tecnológica y humanística la creación intelectual y artística” (El Peruano, 2014). En ese sentido, es importante que los alumnos se formen en esta área desde los primeros ciclos.
Se trata de un tema importante, en tanto, nos aleja de la especulación para permitirnos conocer la realidad de manera objetiva y profunda. Por eso, los estudiantes deben abocarse a la tarea de investigación a lo largo de su etapa de formación. Esto les ayudará a optimizar su capacidad de abstracción, lo que deviene en la generación de un pensamiento reflexivo, crítico y metódico, mientras proveen o facilitan nuevos conocimientos, los cuales representan un aporte teórico invaluable a su área o campo profesional. Ser periodista, publicista o relacionista público implica considerarnos como científicos sociales.
Es importante señalar que al concluir sus estudios universitarios, los jóvenes no deben dejar de investigar. Esta labor se puede realizar a nivel profesional, lo que les brindará diversos beneficios como ampliar sus conocimientos, enriquecerse a nivel práctico, incrementar su prestigio, comprender mejor la realidad en la que se desenvuelven y, con el tiempo, convertirse en referentes de su especialidad. De otro lado, será mucho más sencillo investigar dado su conocimiento práctico y directo de la realidad problemática que plantean y por el estímulo anímico que significa estudiar los temas que le apasionan.
Para alcanzar el éxito en el rubro de investigación científica es recomendable ir paso a paso. Consultar revistas científicas, entrevistarse con expertos en los temas que le interesen, asistir a conferencias y seminarios. De esta manera, podrán plantear el tema con precisión e identificar su relevancia.
Posteriormente, debemos revisar las investigaciones más recientes, lo que nos ayudará a identificar el objetivo general de investigación, los objetivos específicos y la teoría que se ha empleado. Además, podremos determinar las dimensiones e indicadores que permitieron estudiar la variable o variables de la investigación. A partir de esto tendremos una guía clara que señale el camino que debemos seguir.
Los estudiantes que se inician en la investigación no deben temer consultar o buscar la guía de un asesor o mentor. En ese sentido, es recomendable que se tomen en cuenta los siguientes pasos:
1. Centrar el tema y evaluar su relevancia, así como su aporte. Una investigación preliminar no estaría demás.
2. Identificar las bases de datos más serias, evaluando la importancia de cada una de las fuentes. Los buscadores digitales son de gran ayuda.
3. Determinar el enfoque, tipo y nivel de investigación. Para lo cual es conveniente conversar con un especialista en la materia.
4. Aprender a citar en APA. Es importante conservar una conducta ética en todo el proceso de investigación.
5. Delimitar un tiempo para ahondar en la investigación. La constancia y la perseverancia son elementos clave para el cumplimiento de objetivos profesionales.
6. Organizar y jerarquizar la información que se va obteniendo. Cuando un tema genera entusiasmo, los investigadores se desvían y acceden a fuentes bibliográficas que no enriquecen el proyecto.
7. Acudir a personas que aman la investigación. Los asesores están dispuestos a proporcionar el respaldo académico del caso, pues cada nueva propuesta o proyecto les genera entusiasmo.
¡Recuerda que a través de la investigación científica, contribuimos a incrementar el merecido prestigio de nuestra querida casa de estudios!