Por: Lic. Gabriela Miranda Ognio.
Servicio Psicopedagógico de la Escuela Profesional de Turismo y Hotelería.
En diferentes ocasiones notamos que alguno de nuestros amigos está cambiando, se comporta de manera distinta y sospechamos que puede estar atravesando por una situación difícil; pero lamentablemente desconocemos cómo actuar para brindarle nuestro apoyo.
Con gran frecuencia recibimos a estudiantes que asisten junto a sus compañeros, quiénes les han recomendado que visiten el Servicio Psicopedagógico con el fin de dar solución a los problemas emocionales, académicos o familiares que les generen molestias. Para lograr resultados positivos es importante que todos colaboremos en identificar oportunamente a una persona que puede necesitar apoyo psicológico y de esa forma promover su bienestar.
A continuación, enumero una serie de conductas y/o situaciones que pueden indicar que una persona podría requerir el respaldo de un especialista:
• Acaba de suscitarse un evento desfavorable que tuvo impacto en su vida: Enterarse de una enfermedad delicada de un familiar, discusiones o crisis en casa, terminar una relación de pareja en forma conflictiva u obtener bajas calificaciones.
• Uso particular de la tecnología: El hecho de que una persona utilice las redes sociales o videojuegos durante un excesivo número de horas, en lugar de interactuar con sus amistades, puede indicar que está intentando distraerse o evitar afrontar alguna situación que lo puede afectar. Adicionalmente, el contenido negativo o pesimista de las publicaciones que la persona publica en redes sociales, nos puede brindar una idea de que está atravesando un problema personal, sobre todo cuando lo hace de manera repetitiva. Esto último no debe tomarse como una forma de “querer llamar la atención”, pues se puede tratar de una forma indirecta de pedir ayuda.
• Comienza a aislarse de los demás: Falta a clases y evaluaciones con gran frecuencia, evita asistir a reuniones, pone excusas, no desea regresar a su casa luego de clases, así como cuando evita hablar de sí mismo a pesar de estar con personas que son de su confianza.
• Creer o decir abiertamente que sus problemas no tienen solución: Ello suele ocurrir cuando la persona está abrumada y siente que no encuentra apoyo en sus familiares o amistades. Este es uno de los indicadores más importantes.
• Cambios en el ritmo de sueño o alimentación: Cuando la persona se trasnocha varias veces a la semana, comenta que posee dificultades para conciliar el sueño o se despierta en medio de la noche y no puede volver a descansar. También ocurre cuando la persona pierde el apetito, baja de peso en forma no saludable, o por el contrario, aumenta su apetito al sentirse tenso o estresado.
• Cansancio o enfermedades: En el momento en que su rostro cambia, se ve ojeroso, demacrado, continuamente llega tarde o se queda dormido durante las clases y se enferma varias veces durante el ciclo.
• Desmotivación por las actividades que antes le gustaban: Cuando vemos que un compañero se encuentra a punto de lograr algún objetivo y se rinde sin motivo, deja de ser responsable o no se siente capaz de conseguir resultados satisfactorios.
• Cambios repentinos en el estado de ánimo: Una persona que gozaba de buen humor comienza a mostrarse irritable, se enoja desmesuradamente por situaciones que anteriormente no le generaban dichos estados de ánimo, o se entristece de manera más intensa y duradera que el resto.
Si deseas ampliar la información, tienes dudas sobre este tema, o necesitas que te ayudemos a resolver alguna otra inquietud, puedes acercarte al Servicio Psicopedagógico.